miércoles, marzo 11, 2009

Parte de un recuerdo, que nunca olvidaremos

Siempre nos han dicho que somos jóvenes, que no sabemos lo que pasa alrededor, que no hemos vivido una guerra en nuestras propia piel, que no conocemos nada de la vida,... pero a pesar de todo nuestra alma se llena de dolor, salimos a la calle como signo de protesta cada vez que vivenciamos un acto como este hace 5 años, que destrozo la vida de muchas personas de una forma tan injusta!

Es cierto nunca hemos vivido una guerra, pero cada día nos enfrentamos a la propia guerra que depara nuestro futuro, cada día me subo a un tren,... y en los días como hoy me doy cuenta que aunque la gente diga que somos jóvenes, que no sabemos nada de la vida, que mucho nos queda por vivir,... quizás el día menos pensado la persona que viaje en ese tren sea yo!

http://www.elmundo.es/documentos/2004/03/espana/atentados11m/foro_testimonios.html

TESTIMONIOS VERÍDICOS DE PERSONAS QUE VIVENCIARON ESOS MOMENTOS

Podría empezar diciendo que me llamo Ana Isabel Pérez Rincón, Anabel, tengo 33 años y soy vecina de Parla. Fui testigo directo el pasado día 11 de las dos primeras explosiones que tuvieron lugar en el tren estacionado dentro de Atocha (según sus fuentes, el C-1 21431). Salí ilesa. Ese día, como todos los días, cogí el tren de Cercanías para ir al trabajo. Cuando mi tren procedente de Parla llegó a Atocha, me dirigí a la vía 2 y me subí al tren que acababa de llegar a la estación procedente de Alcalá de Henares con destino Alcobendas-San Sebastián de los Reyes (prefiero coger este tren y no otro de los que llegan a la vía 2, porque al llegar a Nuevos Ministerios me deja en el andén más cercano al metro y así no tengo que volver a subir y bajar escaleras. Además, suelo elegir los vagones centrales que también son los más cercanos al acceso del metro en Nuevos Ministerios). Estaba esperando a que sonara el 'ti-ti-ti' que precede al cierre de puertas mientras bromeaba con F. y M., que esa mañana habían coincidido conmigo en el tren. De pronto, lo que se oyó fue algo muy distinto. Miré hacia mi derecha, en sentido de dónde venía el estruendo y vi un resplandor naranja (había explotado el último vagón). Aquello tenía una pinta muy fea. F., en un gesto de protección, nos abrazó a M. (su mujer) y a mí, pero yo no lo pensé dos veces. Me deshice de sus brazos, salí del vagón, puse un pie en el andén y otro en la escalera mecánica. Creo que me dí cuenta enseguida de la gravedad del momento porque recuerdo que pensé: "¡sal de aquí!, estás sola, ellos al menos están juntos, pero tú...". Subí como alma que lleva el diablo y cuando había llegado casi al último escalón... ¡BOOM !... Segunda explosión (el penúltimo vagón). Miré hacia atrás buscando a F. y M, pero lo único que vi fue una nube de humo gris y una persona con el brazo ensangrentado que salía de ella. Entonces, seguí andando y pensando: "no puede ser... no, no, no salgo, no salgo de aquí, no lo voy a conseguir, saldremos todos volando por los aires,... camina... sigue, sigue...". Una señora tropezó delante de mí y cayó al suelo, pero se levantó enseguida y siguió caminando. A la vez que oía mis pensamientos, a mi alrededor decían muy bajito, casi en un susurro: "tranquilos, tranquilos, vamos, vamos, venga, tranquila". Cuando por fin conseguí llegar a los tornos y alcanzar la calle, comencé a llorar desconsoladamente porque lo había conseguido; estaba fuera y estaba viva. Una señora se abrazó a mí y yo, casi sin verla, le respondí el abrazo intentando tranquilizarnos mutuamente. "Ya pasó, ya pasó...". Luego hice dos llamadas: "J. no sé que ha pasado, ha habido dos explosiones en Atocha, he conseguido salir, ahora estoy en la calle, muy nerviosa, pero estoy bien...", y "S. estoy en la calle , ha habido dos explosiones en Atocha, poned la radio, os enteraréis, voy para allá". Además de esas dos explosiones, hubo una tercera en la cabecera de ese mismo tren y además... y además...Cuando llegué a casa por la tarde, recibí una llamada de F. que por suerte, él y su mujer, al igual que yo y otros muchos más, lo podemos contar; pero la cicatriz del dolor quedará siempre en nuestras almas y el horror en nuestras mentes. F. me dijo: "este domingo nos tomamos unas cañitas y celebramos que tenemos tres días". ¡Hoy son 2 semanas!. 25 de marzo de 2004. Se ha escrito mucho y se seguirá escribiendo a propósito de lo que ha sucedido en Madrid, nuestro Madrid. Todavía, a día de hoy, no puedo creer que todo esto haya ocurrido. Los psicólogos dicen que esto es un síntoma de estrés post traumático. También tengo esos sentimientos de culpa por estar viva y me sorprendo alegre y me pregunto: " ¿cómo puedes?", pero me dura poco y enseguida aparecen de nuevo el dolor y el miedo. LLego a Atocha todos los días, hay que trabajar, pero he sido incapaz de cruzar a la vía 2, todavía no puedo...





Las heridas se curan, el dolor perdura. Había dejado en Atocha el tren que viene de Fuenlabrada y entré en el último vagón del tren que estaba estacionado en la vía 2. Suelo encontrarme allí con mi hermano, pero ese día no estaba en el andén. Explotó la primera bomba y salí como pude del vagón. Una vez en el andén, el espectáculo era horrible. Mi hermano tenía que estar allí, pero no le veía. Me agaché a interesarme por una chica que estaba boca abajo sobre un charco de sangre. Alguien me dijo que la dejara, que estaba muerta. Mi primera decisión fue quedarme con ella hasta que vinieran las asistencias, pero explotó la segunda bomba y alguien me agarró de un brazo y corrimos hasta las vías de entrada. Allí me vio mi hermano. Él parecía un fantasma. La chaqueta rota, la cartera de mano rota, metralla en la cara y en las manos y no oía nada. Nos abrazamos y lloramos con una mezcla de sentimientos de rabia, dolor, y a la vez alegría por habernos encontrado vivos. Éramos conscientes de la gravedad de la situación y decidimos ir al hospital por nuestros propios medios y dejar que SAMUR atendiera a gente en mucho peor estado. Las heridas terminan por curarse pero las imágenes, los gritos, los llantos, el ruido de las explosiones y el olor no podrán olvidarse jamás.

sábado, marzo 07, 2009

¿Qué es y para qué sirve el RSS?

El RSS es un formato basado en XML (el lenguaje de marcado extensible estricto de gran utilidad en el intercambio de datos, ya que permite describirlos sin mostrarlos al usuario, pero siendo a su vez legibles a través de diversas aplicaciones como navegadores, bases de datos,...) que permite encontrar aquella información que mejor se adapta a lo que el usuario desea, pero también ofrecerla de forma rápida y actualizada.

Los archivos RSS son un nuevo método para obtener y ofrecer información gracias a que contienen metadatos sobre las fuentes de información. Este formato es de gran utilidad para sitios Web que actualicen sus contenidos con frecuencia, ya que permite compartir la información y verla en otros sitios de forma inmediata. A este intercambio de información se le denomina "sindicación".

Sin embargo, para poder compartir esta información se necesitan unos software determinados, llamados "agregadores", es decir, programas capaces de leer e interpretar las fuentes RSS.

El formato RSS sirve para facilitar el acceso a la información Web que se actualiza con regularidad, logrando que el usuario recupere al momento las novedades producidas en la información de su interés.

Cualquier usuario puede suscribirse a un RSS y obtener las últimas noticias enviadas a su agregador o lector, el cual le alertará cuando haya nueva información para leer.

Esto le permite obtener los datos que necesita de forma rápida y precisa, pues no tiene que comprobar los múltiples sitios que ofrecen los contenidos que le interesan sin saber si se ha producido algún cambio en ellos o no.

Pero el RSS no sólo le sirve al usuario para recibir la información que otros le ofrecen, sino que también le es de utilidad para mostrar los contenidos novedosos de su Web a otros internautas.

Para
la educación los archivos RSS pueden utilizarse para sindicar de forma muy efectiva noticias sobre investigación, módulos de aprendizaje, empleos, nuevas publicaciones, trabajos científicos, etc. En general todo aquello que por su naturaleza pudiera ser dinámico para una audiencia en particular. Como recursos informativos, los archivos RSS son idóneos los archivos para crear una nueva generación de portales para estudiantes, profesores, gestores... haciéndoles más fácil el acceso a los desarrollos de sus particulares áreas de interés.

Yo antes no conocía de la existencia de los archivos RSS, si que es cierto que había visto el símbolo pero nunca había sentido curiosidad por apretar al botón para saber donde me conducía. Ahora después de utilizarlo para subscribir me en los blogs de mis compañeras, puedo afirmar que es muy útil ya que simplemente accediendo al google reader puedo comprobar si estas han realizado actualizaciones o no en su blogs, y como hay un pequeño fragmento de lo escrito por ellas, puedo saber si la información de la que hablan me sera de utilidad y puedo acceder a ella para seguir informándome o no, sin tener que ir blog por blog buscando las entradas que publican.

Ahora que cada vez que entro en Internet me fijo en cosas nueva puedo observar como hay muchas paginas de Internet que disponen de RSS a las que nos suscribimos el día de mañana nos puede ser de mucha ayuda. Quiero destacar que la gran mayoría de paginas que he visto con RSS tratan sobre educación, por lo que veo muy interesante trabajar este tema, pues es una cosa que desconocía, de la que creo poder obtener mucha información al igual que puedo ofrecerla.

martes, marzo 03, 2009

El viaje de mi vida

Aquí cuelgo, mi primer vídeo, mi primera producción expuesta en Internet,... primera porque ya tengo casi lista otra!

El viaje de mi vida, el Camino de Santiago, un viaje
que no olvidare en mi vida, y se que aunque recorra todo el mundo, ninguno sera como este!




Deja que me quede un rato mas aqui,
solo hasta que pase la tormenta,
dejame que puede que no vuelva a sonreir,
quedate conmigo y me orientas.